www.wadhoo.com

VERSIÓN IMPRESIÓN

CLIC PARA IMPRIMIR >>> IMPRIMIR

Los viejos rockeros nunca mueren

Paco Mancebo sentenció la general de la Vuelta de Asturias

 

Ainara Hernando/CICLISMO A FONDO

 

Una mirada al frente. Torcida a la vez. Peculiar. Acompañada de un jadeo, apenas perceptible. Pero único. Característico. Como un clásico al más puro estilo del 'Satisfaction' de los Rolling Stones, vivido en directo, a pie de escenario. Guitarras a todo volumen y melena al viento. Inmortal. Convertida casi en un mito. Es así el pedalear de Paco Mancebo, armonioso escalador con gesto mordaz y sufridor. Humano legendario. Mítico. Leyenda apeada de su lugar de amarre por un barco con su abreviatura. Paco. Y el de su serie favorita. Son Goku. Buque hundido por la Operación Puerto. Agujeros en la escotilla por la que se anegaba el agua que amenazaba con sumergirlo en las oscuras profundidades del olvido. Pero no. Su jadeo es más fuerte. Sin necesidad de micrófonos. En un escenario vivo. Divinizado. El de los puertos que, como Ordino-Arcalis en la Vuelta a España de 2005 le elevaron a la altura de los dioses para azotarle con la oscura trama que le apartó del cartel de estrellas en la que consagraba sus notas guitarreras. Pero los viejos rockeros, como él, los que regresan porque nunca se marcharon de verdad, esos no mueren. Y cuando anuncian su vuelta, no podía ser menos, cuelgan el cartel de "No hay entradas". Éxito descomunal. El de Mancebo fue así en la Vuelta a Asturias. Taquillazo.

 

Indulgente se mostró el Rock&Racing desde la primera etapa de la carrera cuando Glen Chadwick, otro de los malévolos que pinta calaveras en su maillot adelantó la muerte de la carrera, sentenciando en tres minutos la diferencia del americano y de Tiago Machado, después líder, con el resto de contrincantes. Ni los anillos olímpicos de Samuel Sánchez, ni el notorio empeño del Conténtpolis-Ampo, con su presencia continúa en las fugas las jornadas previas a la contrarreloj pudieron hacer frente a las desventajas con las que el equipo de Rudy Pevenage desequilibró la balanza de la vuelta. Solo un portugués, Tiago Machado, consiguió aguantar los empujes de Chadwick, malévolo en meta. Primeros cuernos a una ronda asturiana sorprendida con los hombres de negro. Ese grupo de música satánica, arrinconada tras los sucesos del apesadumbrado año 2006. Visten calaveras desde entonces. Y el destino ha querido volver a juntarlos, en el equipo de los difuntos. Por eso se disfrazan al estilo gótico. Muertos vivientes. Asustan. Lo hicieron también en Asturias con todos a excepción de Machado, capaz de sostenerse en pie ante las turbaciones de Héctor Guerra, verdugo de Samuel Sánchez en un sector vespertino preparado a la medida -él mismo diseñó el recorrido- del campeón asturiano. Desolación.

 

Pero restaba aún la sentencia, refugiada en un recoveco de lo más alto del Acebo., puerto de nombre y gloria, de sabor a ciclismo mítico. Allí montó su escenario Francisco Mancebo, junto a su banda rockera, la misma de Óscar Sevilla, brillante vencedor de la segunda etapa. Compartían plató sus coristas. Glen Chadwick, telonero que le sirvió de aperitivo al abulense en la primera etapa. David Martin, Víctor Hugo Peña y Fred Rodríguez, guitarreros de fondo, laboriosos en el camino hasta la culminación, y Aaron Kemps y David Tanner, montadores de un espectáculo que se prolongó, a expresa petición de los incondicionales fans, ignominiosos, y arduos en deseos de un 'bis' al espléndido retorno de los viejos rockeros, como Mancebo y Sevilla que engrandecieron el nombre de la Vuelta a España. Así llevaron su show mortífero hasta las calles de Oviedo, donde la Vuelta a Asturias más rockera de los últimos años cerró el telón a su 56º edición. Concierto negro. Vivo. Los segundos de ventaja con los que contaba Mancebo le hicieron pensar a Samuel Sánchez en la posibilidad d la remontada y quiso descalabrar al Rock & Racing.

 

Escapada numerosa

 

Auspiciado por varios intentos de fuga y con la inestimable ayuda de Amets Txurruka, gas imperecedero y constante soporte del asturiano, el campeón olímpico disfrutó de unos segundos de esperanza, pero el Rock&Racing supo recomponerse a tiempo. Tan solo consintieron la escapada de 14 corredores, imperturbables para la clasificación general, entre los que se adivinaban tres ciclistas del Amica Chips, imperiosos en la lucha por repetir su victoria con Grega Bole al frente, Manuel Vázquez, Jorge Azanza y Markel Irizar. Llegaron a contar con una bonita renta, pero el despedazamientos del pelotón provocó el adelantamiento del concierto por parte de Paco Mancebo y el Rock&Racing, que no dudaron en ocupar sus puestos en el escenario, asegurados para alzar sus voces hasta lo más alto. Miticos. En los últimos kilómetros, Ángel Vicioso consiguió llevarse consigo en cabeza a Santi Pérez, pero pronto fueron demarrados.

 

Vicioso, testarudo aragonés, no desistió en su intento y, aunque neutralizado por el grupo donde Mancebo ya afinaba sus acordes, aceleró el pasó para entrar victorioso en meta. Telonero de lujo para el abulense, amarilleado, que arrancó sus primeras palabras, dedicatoria del recital que firmaba. "El equipo estuvo impresionante". Fundamental unos buenos coros para su estruendosa gala, la que le ha devuelto al lugar del que, apeado, abandonó castigado. Aplausos fervientes le vuelven a seguir al estela. La misma que vuelve a marca con su gesto torcido, de sufrimiento. Un clásico. El público, omnipresente durante toda la semana de carrera asturiana, ya le pide un 'bis' en el próximo round, la Subida al Naranco que mañana tendrá a los de Rudy Pevenage como grandes candidatos a continuar 'rockeando' Asturias. Con Paco Mancebo, líder armonioso y voz cantante del equipo de las calaveras. El inmortal rockero.

 

Gracias a sus compañeros

 

Mancebo con la ayuda de sus compañeros han podido aguantar los ataques del resto de corredores que tenían alguna posibilidad de arrebatarle el jersey amarillo y que lo han intentado a lo largo de la jornada. ‘Mis compañeros han estado de diez. Les doy las gracias porque esta victoria también es de ellos. Sin su ayuda no lo habríamos logrado’, afirmaba el de Navaluenga. 

 

El conjunto Rock & Racing ha arropado a su líder, hasta que a falta de 8 kilómetros era el propio Mancebo el que se encargaba de sentenciar la carrera finalizando en 5ª posición. Como premio adicional para el equipo, todos los componentes del Rock & Racing subieron al podio como primer conjunto de la general, además de las victorias de etapas conseguidas por Glen Chadwick y otro viejo rockero, Óscar Sevilla.

 

El corredor abulense del Rock Racing, ha reconocido tras ganar la Vuelta a Asturias, que su victoria no había sido ‘nada fácil’ ya que la última etapa ‘era casi la más dura’ y ha considerado fundamental disponer de ‘un buen equipo’ y de ‘fuerzas’ para afrontar las subidas finales.

Como momento más complicado del día, Mancebo ha señalado el ataque final del portugués Nuno Ribeiro que, ha admitido, le costó ‘seguir’, pero también ha reconocido que lo habían pasado ‘mal’ en la primera parte de la etapa en la que hubo muchos intentos de fuga ‘y el equipo quedó un poco mermado, pero supimos rehacernos’.

 

El campeón de la ronda asturiana ha asegurado que ‘no se puede pedir más y para redondearlo sólo quedaría ganar mañana la Subida al Naranco’ y ha añadido que una victoria en la Vuelta a Asturias ‘da mucho prestigio’.

 

Por último, el corredor abulense ha asegurado que únicamente se vio ganador ‘al entrar en los tres últimos kilómetros y ver que la carretera ya iba hacia abajo’.

 

Tercera victoria de Paco Mancebo en 2009

 

Paco Mancebo comenzó la temporada venciendo en el Tour de California y vistiéndose de amarillo en una importantísima victoria para su equipo que corría en casa.

 

En esa misma prueba, la caída que sufrió el abulense le tuvo apartado algunas semanas de la carretera.

 

El viernes lograba su segundo triunfo a lo grande en la cima del Acebo y pasaba a encabezar la general de la ronda asturiana que tras la jornada de hoy, ha conquistado. Hacía casi 4 años que Mancebo no conseguía ningún triunfo en España, concretamente desde 2005, cuando se impuso en la 10ª etapa de la Vuelta a España con final en Ordino-Arcalis.

 

Pero Paco Mancebo ha dejado claro, como se puede leer en su culotte, que los viejos rockeros nunca mueren. ‘Rocks not dead’

 

Castaño no acabó en Asturias

 

El corredor madrileño afincado en Ávila, Carlos Castaño, no pudo finalizar la última etapa de la Vuelta a Asturias afectado en una jornada primaveral por una alergia

 

Tres abulenses en la Subida al Naranco

 

Además de Francisco Mancebo, dos corredores más de Ávila, José Antonio de Segovia (Selección Española elite y sub-23) y Ángel Vallejo (Andorra Grand-Valira) estarán hoy en la 43 edición de la Subida al Naranco, una clásica y prestigiosa carrera de un día que recorre a través de sus 149 kilómetros los habituales escollos de paso de los alrededores de Oviedo, con los altos de San Emiliano, el Padrún y la Manzaneda antes de la escalada final al Santuario de Santa María del Naranco con hasta 11 kilómetros y rampas muy variables de gran dureza, con pendientes de hasta el 12 por ciento.

 

Hernández y Lastras ceden en Romandía

 

Los ciclistas Jesús Hernández (Astana) y Pablo Lastras (Caisse d’Epargne) perdieron tiempo en la cuarta y penúltima etapa del Tour de Romandía disputada entre Estavayer Le Lac y Sainte Croix, de 157,5 kilómetros de recorrido. El primero cedió 3’47” (45º) y el segundo 22’56” (140º).

 

El ganador de la etapa, el checo Roman Kreuziger (Liquigas) se ha convertido en el nuevo líder de la general en la que Hernández es el 40º, a 5’57” y Lastras el 100º, a 30’43”.

 

La etapa de hoy, entre Aubone y Ginebra, de 150,5 kilómetros, tendrá un puerto de segundo y otro de primera, éste a 70 kilómetros de la meta, demasiado lejos como para que tenga influencia importante.

 

CERRAR